martes, 19 de enero de 2010

Ennio Morricone (1928). Conocido por ‘La Misión’ y ‘El Bueno, el Feo y el Malo’.

El grande, el maestro. Da igual los instrumentos que utilice. Este señor ha nacido para hacer bandas sonoras, y benditas las películas que cuenten con su música. ¿Quién no ha silbado alguna vez sus melodías para los westerns de Sergio Leone, tales como ‘Por un puñado de dólares’, ‘El Bueno, el Feo y el Malo’ o ‘La Muerte tenía un Precio’? En sus casi 50 años de trabajo, podemos contar en IMDB más de 400 partituras, y cada una de ellas diferente al resto.

Hay muchas bandas sonoras que han alzado a Morricone a lo más alto, pero baste mencionar el oboe de ‘La Misión’, para que todos tengamos que comprender su enorme hegemonía en este mundillo. Asimismo, es justo acordarse de ‘Días del Cielo’, ‘Érase una vez en América’, ‘Los Intocables’, ‘Frenético’, ‘Cinema Paradiso’ o ‘Malena’. Para mi gusto, su última obra maestra es la música para la miniserie ‘Karol’, sobre la vida de Juan Pablo II. Algunas pistas:




La Misión – Gabriel’s Oboe





El Bueno, el Feo y el Malo





Cinema Paradiso





Los Intocables





La Misión – On Earth as it is in Heaven

Alexandre Desplat (1961). Conocido por ‘El Velo Pintado’ y ‘La Reina’.

Un auténtico genio musical, también francés. Con un estilo predominantemente sosegado, su soltura con las calmadas melodías de piano recuerda a Chopin y a Rachmaninov, cuando se trata de movimientos más dinámicos. Con ‘El Velo Pintado’ me quedé anonadado de cuánta fuerza puede tener la banda sonora en una película. Ver a Edward Norton moviéndose a coreografía de Desplat mientras proyecta una noria para el agua, es de los mejores momentos que me ha brindado el cine en los últimos años. Además, ha sido especialista en hacer que me interesen películas pasables sólo porque él las anima con sus temas. Es el caso de ‘Hostage’ o ‘La Brújula Dorada’. Con ‘La Reina’, ‘Deseo, Peligro’ y ‘Syriana’ también demuestra su portentoso talento, que aúna, con una asombrosa fluidez, el minimalismo compositivo de Steve Reich o Arvo Pärt con la agilidad orquestal de John Adams. Algunas pistas:


‘El Velo Pintado – Créditos Iniciales’



‘El Velo Pintado – Water Wheel’




‘La Brújula Dorada’

Vangelis (1943). Conocido por ‘Blade Runner’ y ‘Carros de Fuego’.

Empiezo diciendo, porque me parece necesario, que la banda sonora de ‘Blade Runner’ me parece la mejor que se haya hecho nunca para una película, porque no sólo se compone de los temas en sí, sino de una contribución a la ambientación soberbia. La verdad, no me imagino a Deckard persiguiendo a los replicantes por ese Los Ángeles “japonés” si no es bajo la partitura de este compositor griego. Los créditos finales aún me ponen la carne de gallina. Pero el talento de Vangelis va más allá, y su estilo, comercial pero con cierta personalidad, se ha hecho notar en las bandas sonoras de, por ejemplo, ‘Carros de Fuego’, ‘Desaparecido’, ‘1492’, ‘Motín a Bordo’ o ‘Alejandro’. Algunas pistas:


‘Blade Runner – Créditos Finales’



‘Blade Runner – Créditos Iniciales’




1492: La Conquista del Paraíso’

Michael Nyman (1944). Conocido por ‘El Piano’ y ‘Gattaca’.

Le sigo desde niño. Tiene un sello único y lo sabe aprovechar. Quizás es su etapa menos conocida, la de las películas del controvertido Peter Greenaway, la más personal e innovadora. Su uso clásico, pero original de la orquesta, que incluye piezas próximas a la ópera, le han brindado grandes composiciones en ‘El Contrato del Dibujante’, ‘Conspiración de Mujeres’ o ‘Los Libros de Próspero’. No obstante, saltó a la fama con ‘El Piano’, que con un precioso tema sentó las bases del minimalismo que ya había explorado con otros reconocidos músicos como John Cage, Philip Glass, Terry Riley o Wim Mertens. En ‘Gattaca’ se atrevió a componer una banda sonora vitalista y emotiva cuando la película es un claro exponente de la ciencia-ficción que muestra una sociedad fría y alienada. Personalmente, considero que su última obra maestra es ‘El Perdón’, una especie de western en el que su música sobresale por encima de todo. Algunas pistas:


Conspiración de Mujeres – Sheep and Tides



El Contrato del Dibujante – An Eye for Optical Theory



El Piano – The Sacrifice

sábado, 28 de marzo de 2009

John Williams,

Superman Theme





The Indiana Jones Theme






E.T. el Extraterrestre



miércoles, 18 de febrero de 2009

El aprendiz de brujo

Esta composición orquestal de Paul Dukas está basada en una balada de Goethe que lleva el mismo título. Describe las aventuras del aprendiz de brujo, que al quedarse solo en el laboratorio, convierte a una escoba en su criada para que le acarree el agua. Ésta empieza sus funciones, pero cuando quiere pararla, el Aprendiz se da cuenta de que no sabe hacerlo y el agua lo inunda todo. La corta en trozos pero eso complica la situación ya que cada uno de ellos va ahora a acarrear más y más agua. Solo la llegada del brujo pone fin a tan desesperada situación.
-Una larga introducción nos ambienta en el laboratorio, lleno de espíritus invisibles.
-Los fagots introducen el tema de la escoba acarreando agua.
-La sección de cuerda- Representa al aprendiz feliz o desesperado.
-Los instrumentos de viento metal.- Presentan la impotencia del aprendiz para solucionar el problema.
-Las trompas- representan la rotura de la escoba. Las idas y venidas de las escobas están descritas en forma de canon. -El metal en pleno dice la fórmula mágica con que el brujo deshace la situación.

En 1940 Walt Disney recuperó la partitura en su película “Fantasía”:


martes, 30 de diciembre de 2008

Las bandas sonoras: música adaptada

En numerosas ocasiones los cineastas recurren al empleo de música preexistente para adaptarla a determinadas escenas. Es el caso de piezas “clásicas” de distintas épocas históricas o de canciones pop/rock, composiciones de jazz, etc. Veamos algunos conocidos ejemplos:

En esta escena de Apocapilispis Now la ”Cabalgata de las Walkirias” de Wagner se adapta perfectamente a las imágenes bélicas. Fíjate cómo la musica diegética se convierte en incidental (ver artículo sobre los tipos de música cinematográfica). La elección de esta música es magistral:



Otro conocidísimo ejemplo lo encontramos en la obra de Stanley Kubrick 2001, una odisea en el espacio. En este fragmento de la película se escucha “Así habló Zaratustra” del compositor posrromántico Richard Strauss.